Una compañía vigorosa... y con raíces sólidas.
Como
muchas otras compañías que han dejado una huella en la historia, Toyota ha sido
conformada sobre la base de un conjunto de valores y principios que tienen sus
raíces en los orígenes de la empresa en Japón.
La
historia de Toyota comienza a fines del siglo XIX, cuando Sakichi Toyoda
inventa el primer telar automático, que revoluciona la industria textil del
país. Impulsado por el éxito de sus telares, en 1907 funda la empresa Toyoda
Automatic Loom Works, convirtiéndose en un fabricante líder. Cautivado por la
incipiente industria automotriz, en 1929 Sakichi vende los derechos de sus
patentes de telares a la empresa británica Platt Brothers, e invierte esos
ingresos en el desarrollo del primer vehículo Toyota.
Kiichiro
Toyoda, el hijo de Sakichi, realiza las investigaciones sobre motores de
combustión interna a gasolina, y en 1932 funda la División Automotriz de Toyota
Automatic Loom Works. Finalmente en 1937, Kiichiro produce el primer prototipo
de automóvil y establece los cimientos de Toyota Motor Company Ltd.
Luego
de la posguerra, Toyota se convirtió en el mayor fabricante de vehículos de
Japón, con más del 40% del mercado. La estrategia de crecimiento de Toyota fue
impulsada por su inserción en el mercado internacional. La producción de
vehículos fuera de Japón comenzó en 1959 en una pequeña planta en Brasil, y
continuó con una creciente red de plantas industriales alrededor del mundo,
alcanzando reconocimiento mundial durante la década del sesenta, con la
instalación de plantas industriales y centros de desarrollo en los Estados Unidos,
Canadá y el Reino Unido.
El
“Sistema de Producción Toyota” es uno de los principales legados de Toyota. Se
hizo conocido como TPS en 1970, pero fue establecido mucho antes por Taiichi
Ohno. Basado en los principios de Jidoka y Just-in-time, el sistema es un
factor fundamental en la reducción de inventarios y defectos en las plantas de
Toyota y de sus proveedores. El TPS, con su énfasis en la mejora continua y el
valor del compromiso de los empleados, es considerado por la industria automotriz
como un auténtico benchmark.
En
1980, Toyota llevaba producidos más de 30 millones de vehículos a nivel
mundial, alcanzado 100 millones de unidades en 1997. En la actualidad, Toyota
ha producido más de 6.423.772 millones de vehículos.
HISTORIA DE LA
TOYOTA EN PANAMA
Hacia
1956, Don Ricardo Pérez García aceptó la oferta de empresarios japoneses de
distribuir la marca de vehículos TOYOTA, una marca relativamente nueva en el
mercado de exportación. Esta nueva concesión convirtió a Don Ricardo en uno de
los primeros representantes en el mundo a distribuir esta famosa marca. Es así
como 1957, Ricardo Pérez, S.A. vende su primer TOYOTA en Panamá.... El modelo
TIARA.
La
distribución TOYOTA fue de las primeras concedidas en América Latina. Gracias
al prestigio e ideas innovadoras de la empresa Ricardo Pérez, S.A., TOYOTA se
establece en Panamá como un producto confiable y de gran respaldo.
Con
el mismo ímpetu con que se desarrolló su empresa en David, el 7 de marzo de
1973, Ricardo Pérez abre su primera sucursal en Panamá en la Avenida
Frangipany, que crece a ritmo acelerado, dándose progresivamente una expansión
de la red de sucursales, abarcando todo el país.
1980,
es un período de transición planificado que podemos catalogar como un ejemplo
de visión y proyección del fundador de la empresa, quien se retira de la
administración el grupo y cede la propiedad y gerencia de la empresa a sus
cinco hijos, la Segunda Generación Pérez.
Por
otro lado, en 1982, las ventas de autos y repuestos en la Ciudad de Panamá
superaron a las del interior, por lo que se decidió abrir una nueva sucursal y
trasladar a uno de los directores a la capital. En este período se habilitó la
sucursal de Vía Brasil como oficina principal de autos TOYOTA en Panamá y se
construye la sucursal de Ricardo J. Alfaro. Adicionalmente la red de
distribuidores de repuestos a nivel nacional se amplía con dos sucursales
adicionales en la ciudad de Panamá, un concesionario en Chorrera, Aguadulce y
Santiago. Si bien la ciudad de Panamá, representó la oportunidad de crecimiento
vigoroso, el resto del país no se descuidó. Así también se dio la apertura de sucursales
de venta de vehículos en Aguadulce, Colón y concesionarios para Chorrera y
Santiago.
Adicional,
fue en esta época cuando la empresa Ricardo Pérez, S.A. con paso firme y
constante evoluciona hasta lograr convertirse en líder en la industria automotriz
en Panamá. Las empresas adquieren nuevo dinamismo y los negocios en general
prosperan.
Durante
los años de la crisis política – económica de finales de los ochenta, la
empresa tuvo que ajustarse a las condiciones severas del mercado, sin embargo,
lo más importante es que el Grupo Corporativo Pérez aprendió a manejar cada una
de estas situaciones para salir siempre adelante, aun cuando los tiempos fueron
adversos.
En
1990, la empresa se había recuperado y estaba nuevamente en marcha para
liderizar la industria.
En
1996 RPSA, consolida como líder de la marca TOYOTA para Centroamérica y Panamá.
En
1997, Ricardo Pérez, S.A. cumple el sueño de Don Ricardo de unificar,
nuevamente, la distribución de la marca TOYOTA en Panamá, al adquirir los
derechos únicos de la distribución, inventarios y derecho de marca para la
República de Panamá a otra distribuidora, consolidando así la marca bajo un
solo nombre.
Prius C
Su nuevo sistema compacto HSD (Hybrid Synergy Drive) ofrece un excelente rendimiento de la aceleración, con satisfactoria respuesta ágil cuando se quiere más de él. En poblado o en la carretera, el poder es entregado sin problemas y eficientemente.
Toyota Prius Hibrido
El Toyota Prius es el híbrido más demandado entre los
compradores de este tipo de vehículos. Funciona con gasolina pero gasta menos
que un Diesel (4,3 L/100 km) y es el modelo que emite menos CO2 del mercado,
con sólo 104 gr/km; un 30% menos que el resto de turismos. Su secreto es la
tecnología Hybrid Sinergy Drive (HSD), desarrollada por Toyota, y que combina
un motor térmico con otro eléctrico alimentado por unas baterías que se recarga
con la fuerza de las frenadas. Lo que inicialmente parece una idea tan sencilla
como brillante, resulta, a la postre, técnicamente muy compleja, y con en reto
añadido de que todos los componentes extra que precisa una mecánica semejante
deben ocupar el mismo espacio que habitualmente precisa el motor de un
automóvil convencional.
Su motor
El ciclo Atkinson trata de aprovechar las ventajas que
supone una alta relación de compresión reduciendo la duración efectiva de la
carrera de compresión con respecto a la de expansión del tradicional ciclo
Otto. La forma más viable y sencilla de conseguir esto es retrasar el cierre de
la válvula de admisión, permitiendo un cierto reflujo de gases hacia el
colector de admisión mientras el pistón asciende. Esa mezcla se aprovecha en el
siguiente ciclo de aspiración.
El cierre de la válvula determina la cantidad de gases
que permanecen en el interior del cilindro y el comienzo de la compresión. La
menor cantidad de mezcla retenida se traduce en unas menores prestaciones, pero
autoriza a usar relaciones de compresión altas (13:1 en el Toyota Prius) sin
que se produzca detonación, lo que permite un mayor aprovechamiento de la
energía liberada en la combustión durante la carrera de expansión. Este ciclo
ha sido en ocasiones denominado como «de cinco tiempos»: admisión, reflujo de
gases, compresión, expansión y escape.
El Prius tiene un motor eléctrico permanentemente
engranado al diferencial de la transmisión, sin ningún tipo de embrague. Es
decir, el motor eléctrico y las ruedas son siempre solidarios. El
funcionamiento del motor eléctrico es posible durante unos pocos km y por
debajo de 50 km por hora y esto suponiendo que la batería este a plena carga,
porque si no la autonomía seria mucho menor.
Para mover a las ruedas, el motor eléctrico puede estar
impulsado eléctricamente (por una batería, un generador o ambas cosas a la vez)
o mecánicamente (por un motor de gasolina). El motor térmico nunca mueve
directamente a las ruedas; su fuerza se aprovecha para mover a un generador
eléctrico o para mover mecánicamente al motor eléctrico.